Construcciones seguras y saludables
La humedad es uno de los enemigos más silenciosos y destructivos de cualquier construcción. No solo compromete la estética de los espacios, sino que puede provocar daños estructurales severos y afectar directamente la salud de quienes habitan el inmueble. Una membrana para impermeabilizar, aplicada correctamente, puede marcar la diferencia entre una estructura resistente y una que, con el tiempo, se desmorona. Desde balcones, techos y terrazas hasta cimientos enterrados en contacto con el agua del subsuelo, las membranas impermeabilizantes ofrecen una barrera confiable que protege contra filtraciones, humedad por capilaridad y condiciones climáticas extremas.
Una membrana impermeabilizante es un sistema diseñado para evitar el paso del agua hacia las superficies expuestas o enterradas de una construcción. Está compuesta por materiales de alta resistencia como asfalto modificado, polímeros, fibras de refuerzo o cauchos, que al aplicarse crean una capa continua y flexible.
Existen diferentes tipos, como las membranas prefabricadas, que se colocan con flama directa; o las líquidas, que se aplican como pintura. El objetivo es siempre el mismo: proteger desde la base.
Estas membranas son fundamentales en lugares que están en contacto constante con la humedad o el agua: techos, cimentaciones, muros enterrados, balcones y terrazas, así como estructuras subterráneas o zonas propensas a filtraciones.
La humedad no solo causa manchas, hongos o desprendimiento de pintura. Si no se controla a tiempo, debilita muros, oxida varillas internas, provoca fisuras y, en casos más graves, compromete la seguridad estructural del inmueble. En espacios cerrados, la acumulación de moho puede derivar en problemas respiratorios, alergias y otras afecciones de salud.
Utilizar una membrana impermeabilizante adecuada ayuda a prevenir estos riesgos. Actúa como una barrera de protección que impide que el agua penetre en los materiales porosos como concreto, tabique o block, extendiendo así la vida útil de la construcción.
Seleccionar la membrana adecuada depende de varios factores:
- Tipo de superficie: No es lo mismo impermeabilizar un techo expuesto al sol que una cimentación bajo tierra.
- Condiciones climáticas: En zonas de calor extremo, se recomiendan productos reflectivos o con tecnología Cool Roof.
- Tipo de humedad: ¿Es humedad por condensación? ¿Por filtración? ¿Sube desde el subsuelo (capilaridad)?
- Compatibilidad con materiales: La membrana debe adherirse perfectamente al concreto, tabique o superficie donde será aplicada.
- Durabilidad esperada: Algunas membranas ofrecen protección por hasta 10 o 15 años.
Este video de la impermeabilización de losas muestra algunas técnicas de aplicación de la membrana impermeabilizante y otros productos de impermeabilización.
Aunque el proceso varía dependiendo del tipo de membrana, en general se recomienda seguir estos pasos:
- Preparar la superficie: Eliminar polvo, partes sueltas, grasa o humedad excesiva.
- Aplicar un primario como FESTER HIDROPRIMER PLUS WB, que mejora la adherencia del manto impermeable.
- Sellar fisuras y puntos críticos: Utilizar productos como Fester Plastic Cement.
- Colocar la membrana prefabricada: En el caso de FESTERMIP, se aplica por termofusión con flama directa.
- Realizar traslapes y terminaciones adecuadas: Para asegurar continuidad y resistencia.
- Revisar el curado y dejar secar completamente antes de exponer a agua o tráfico.
El deterioro es progresivo. Aparecen manchas de humedad, moho, fisuras y, eventualmente, filtraciones que afectan pisos, muros y hasta instalaciones eléctricas. La estructura comienza a debilitarse y la inversión en reparaciones termina siendo mucho más alta que el costo de una buena impermeabilización preventiva.
Impermeabilizar con una membrana es una decisión que se traduce en años de tranquilidad. Protege tu hogar o proyecto constructivo con un sistema confiable, duradero y diseñado para resistir los retos que el clima, la humedad y el tiempo imponen.
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