Impermeabilizar para proteger un inmueble tiene una importancia muy relevante, ya que es uno de los factores que determina directamente su durabilidad, estado de conservación y su valor como inversión patrimonial.
Los trabajos de impermeabilización se pueden realizar de manera preventiva, como mantenimiento o de modo correctivo. A continuación, describimos los aspectos más relevantes de cada uno de ellos:
1.- ¿Por qué es importante la prevención?
Durante la etapa de la edificación es importante impermeabilizar de modo preventivo los elementos constructivos que estarán en contacto con humedad. Estos trabajos son muy efectivos a un costo más bajo y representan menos complicaciones técnicas que hacerlo de manera correctiva. Algunos elementos que se deben impermeabilizar de modo preventivo son:
- Dalas o cadenas de desplante de cimentación para evitar humedad ascendente que provocará salitre y desprendimiento de acabados por ataque de sales y sulfatos.
- Cisternas y depósitos de agua para evitar pérdida de agua hacia el terreno y para evitar filtraciones y contaminación con agua freática al interior de la cisterna.
- Muros exteriores para evitar la penetración de agua de lluvia por efecto del viento.
- Azoteas para evitar el ingreso de agua de lluvia al interior y provocar humedades, desprendimientos de plafones y daños a mobiliario y a la salud de los habitantes del inmueble.
- Sellado de las uniones muro-cancel de toda ventanería y puertas existentes en nuestro inmueble.